domingo, 26 de septiembre de 2010

Pensando lo impensable…la lejanía de un conflicto nuclear

Por fín, menos reflexión filosófica y más practicidad…

En los análisis de prospectiva se indica permanentemente que se debe pensar siempre en lo impensable, en sucesos que pocos piensan y que de presentarse cambian los escenarios de gobiernos, empresas, sociedades y en general de todos los actores del planeta; en prospectiva se debe estar preparado para la mayoría de escenarios probables, e incluso posibles. E impensable son muchísimas cosas, cosas que precisamente no se piensan, bien por remotas, o bien por que preferimos hacer caso omiso a las reflexiones, porque pueden comprometer algunas neuronas destinadas para otras más inmediatas y más terrenas. A veces es mejor aplazar los pensamientos, máxime si son complejos... Impensable puede ser pensar en un contacto del cuarto tipo con entidades inteligentes no humanas, quizás se contemple la posibilidad, pero se procura no profundizarla. Hacerlo, es impensable... y hasta ridículo; como ridículo fue manifestar por parte de Mahmud Ahmadineyad, presidente iraní, en la Asamblea de Naciones Unidas esta semana un pensamiento impensable: Que los atentados del 11-S fueron un complot orquestado por Estados Unidos…

Reflexionando en lo que sí es pensable (existe la palabra?), abordé en días pasados un tema geopolítico y pensé que hay temas que damos por sentados y que realmente son improbables, por pensables que sean. Una guerra nuclear es un tema que se piensa y se debate a menudo, pero es realmente improbable.

Me hizo pensar que es pensable la posibilidad, pero que realmente es impensable la probabilidad, un artículo de Johan Bergenas en la última edición de Foreign affairs denominado "The Nuclear Domino Myth, Dismantling Worst-Case Proliferation Scenarios", en el cual recuerda que en la actualidad solo 9 países tienen armas nucleares, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel, aunque de los dos últimos se conoce más que de su capacidad real, de Corea del Norte sus ensayos y amenazas constantes y del último sólo su prudencia. A futuro es previsible que se unan al club algunos otros, pero es más un mito la posibilidad de un conflicto nuclear de lo que a veces pensamos. En los conflictos nucleares, de darse, no queda botín para repartir, no queda un pueblo subyugado, no queda nada... y muy probablemente es el mismo escenario entre ambos bandos, quien ataca y quien es atacado.

Si damos un vistazo, vemos que de los 9 países mencionados, 6 son democracias (aunque un par de ellas quizás un poco democracias disfrazadas) y conflictos bélicos entre democracias, ateniendo a la tesis fácil de corroborar, de Norberto Bobbio, no se han presentado. Por esto la potencial pérdida de equilibrio se daría en las naciones no democráticas, ahí debería radicar el trabajo de la agencia de la Naciones Unidas y de las potencias políticas del mundo, es sencillo el razonamiento: No se trata de una carrera de poder, sino de una carrera por la supervivencia, no pensar de esta manera sería un perfecto elogio de la locura o la estulticia incluso lejano de la prudente locura señalada por Erasmo de Rotterdam.

Es evidente que armas nucleares en poder de países islámicos extremistas son preocupantes, máxime cuando se trata, por ejemplo, de países como Pakistán, un país muy inestable con presencia talibán y nada menos que también refugio actual de células de Al Qaeda. Es muy frágil un mundo en el que un país como este posee armas nucleares, pero igual, sigue siendo improbable (esperemos eso, y quienes rezan, recen por ello), pues el pragmatismo y sentimiento de sobrevivencia del ser humano, independientemente de su cultura, creeríamos que prima sobre lo demás, incluido su firme deseo de “borrar de las faz de la tierra” a sus enemigos, como se refiere por ejemplo Ahmadineyad respecto al pueblo judío.

La democratización del mundo no democrático sería un parte de tranquilidad, pero vemos que ese proceso pareciera ralentizarse cada vez más en el mundo actual, y por ello tendremos que pensar en lo impensable…la radicalización de algunas naciones que harán del mundo un mundo inestable. Aunque esperemos que no por ello se pierda el instinto de conservación, pues si este se pierde si sería más probable un conflicto nuclear.

Pero si queremos pensar en conflictos, es más fácil hacerlo refiriéndonos a conflictos perpetuos, esos que no acaban con la especie como los nucleares, pero sí esos que nunca terminan y que por ende garantizan temor en la población, plenos poderes a los que lo ostentan y contribuyen con algunas economías de guerra: La lucha contra el terrorismo y contra las drogas, son un buen ejemplo de luchas perpetuas, esas no tienen enemigo visible ni de fuerzas comparables, esas no comprometen la sobrevivencia de la especie humana.

Para que las luchas perpetuas? La respuesta perfecta es un párrafo del libro 1984, es tan clara que no requiere comentario :

"...El problema era mantener en marcha las ruedas de la industria sin aumentar la riqueza real del mundo. Los bienes habían de ser producidos, pero no distribuidos. Y, en la práctica, la única manera de lograr esto era la guerra continua.

El acto esencial de la guerra es la destrucción, no forzosamente de vidas humanas, sino de los productos del trabajo. La guerra es una manera de pulverizar o de hundir en el fondo del mar los materiales que en la paz constante podrían emplearse para que las masas gozaran de excesiva comodidad y, con ello, se hicieran a la larga demasiado inteligentes."

Ahí nos leemos…

martes, 24 de agosto de 2010

El lado oscuro del corazón

Recuerdo que por allá a mediados de la década de los 90 estuvieron de moda los poemas de Mario Benedetti y que incluso salió una película argentina que se llamaba “El lado oscuro del corazón” inspirada en el poeta uruguayo. Recuerdo que los amigos de mi generación (Otros auténticos decadentes fanes de Los Auténticos decadentes y su “Guitarra”) fuimos a ver esa película y salimos absolutamente románticos…Hoy ya no tienen ese poder las películas… Hace poco oí nuevamente un par de poemas de Benedetti y recuerdo que fueron quizás los que hace casi 15 años calaron más en mi: “No te salves“ y “Rostro de vos”. Este último, “Rostro de vos” es como para despecho, cuando se ama y no se es correspondido (o por lo menos eso creo, a veces es complejo interpretar lo que quieren decir los poetas). Pero “No te salves”, ese sí es un poema que aplica para cualquiera y es dedicable (¡?Palabra borgiana?) entre relaciones no necesariamente románticas.

Pero, al igual que en la película, los poemas calan y se vuelven más trascendentales cuando se pone voz de argentino y se leen absolutamente despacio… (no con voz paisa porque sonamos a Uribe y ya no está en el poder…ya toca sonar más a cachaco…), cuasi susurrando al oído de alguien. Así erizan los pelos los poemas estos…

El poema de Benedetti dice:

NO TE SALVES
No te quedes inmóvil al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora ni nunca. .
No te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo sólo un rincón tranquilo
no dejes caer lo párpados pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo.

Hasta aquí son excelentes invitaciones las de Benedetti (que a propósito, Q.E.P.D), a veces quisiéramos cachetear al mundo, a nuestros amigos, a nuestros estudiantes, a nuestros colegas, a nuestros hijos, a nuestra sociedad en su conjunto, a nosotros mismos. Por qué? Por que se quedan inmóviles, porque congelan el júbilo (léase todo se torna intrascendental), porque quieren con desgana, porque se salvan…Y salvarse es casi una máxima de esta sociedad occidental, o en este plano o en el más allá, pero como sea, salvarse. Y para ello se hace, hacemos, lo que dice Benedetti no deberíamos hacer, llenarnos de calma, reservamos del mundo sólo un rincón tranquilo, dejamos caer los párpados pesados como juicios, nos quedamos sin labios, nos pensamos sin sangre (¿) y nos juzgamos sin tiempo (¿?).

Esta es sólo la mitad del poema, la otra mitad incluye la condena:

Pero si pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el jubilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo

Salvo la indiferencia religiosa (ojo, no ateísmo, son diferentes) que hoy me alberga y el insomnio incurable, creo que estoy haciendo todo lo que hace 15 años creí no haría para salvarme, salvarme entonces sonaba insoportable (Reconozco que entonces era Nietzscheano), hoy busco ante todo del mundo, sólo un rincón tranquilo…entonces? Creo que no me quedo conmigo.

PDs:
1. El “migo” de hace 15 años
2. Prometo escribir algo más pragmático en el próximo blog, algo más alegre, como la paz mundial…
Ahí nos leemos…

jueves, 22 de julio de 2010

El último sabio

En la última entrada de este blog hice alusión a un célebre economista, John Maynard Keynes, cuyas ideas han cobrado mucha preponderancia tras la reciente llamada Gran Recesión. Nadie duda del reconocimiento hacia este economista desde la década de los años 30 del siglo XX en plena Gran Depresión. Los aportes a la ciencia económica siguen siendo bastante relevantes.

Además de este personaje de la historia reciente, tenemos otro científico, también inglés; determinante para la ciencia moderna (para muchos el más famoso de la historia) y cuyas contribuciones en el siglo XVIII no sólo para la ciencia física, sino para áreas como las matemáticas, la astronomía y la filosofía, fueron determinantes; Sir Isaac Newton. Todo ser humano que haya visitado una escuela o un colegio, ha oído de su existencia y de sus aportes científicos.

Nadie duda de la contribución a la sociedad y al mundo científico, filosófico, económico y matemático de los personajes nombrados, contribución que ha moldeado las ciencias a las que aplicaban sus conocimientos.

Leyendo recientemente un libro denominado Ideas, de Peter Watson, me encontré con que la historia de alguna manera permitió la unión de estos dos personajes de una manera poco conocida, pero muy llamativa:

John Maynard Keynes adquirió en una subasta documentos guardados en Cambridge y que pertenecieron a Newton y que no se relacionaban para nada con la ciencia, por el contrario, estos documentos nada tenían que ver con la racionalidad como hoy la conocemos. Esos documentos hablaban de alquimia hermética, y no lo hacían de manera tal que Keynes interpretara aquello como un hobby de Newton, no, resultaban tan elaboradas las reflexiones que hicieron que Keynes señalara de Newton que "no fue el primer hombre de la edad de la razón, sino que fue el último de los magos, el último de los babilonios y de los sumerios, la última gran mente que contempló el mundo visible e intelectual con los mismos ojos que lo hicieron quienes empezaron a construir nuestra herencia cultural hace casi diez mil años." (Ideas, Peter Watson critica 2006).

Con cierta nostalgia leí esto. Por qué nostalgia? Porque veo que mentes brillantes se cuestionaron la trascendencia de lo inmaterial y lo hicieron con tal seriedad que hicieron de esas reflexiones, temas vitales para su propia trascendencia. Hoy día, todos lo sabemos, es poca la reflexión que hacemos, es poca la trascendencia en nuestras vidas. Nos asaltan algunos momentos de media angustia al día siguiente de la rumba, o cuando fingimos algún aprecio en una relación, o cuando dilatamos la toma de decisiones que hieren a otras personas, o cuando estamos cansados y solos…, todo ello a lo sumo nos trae un par de minutos de sentimientos grises; quizás sólo ahí nos cuestionemos respecto a Dios, respecto a nosotros mismos, respecto a cosas distintas a lo económico y lo inmediato. Cuestiones respecto al Ser para las masas son locura, son tediosas, son jartas, son aburridoras, … pero no debería ser al contrario? Sería un loco Newton o lo sería Keynes? Esa es la dicotomía, o nos sumergimos y somos masa o hacemos el intento por no serlo.

La reflexión debe ser en todo sentido y la invitación no es a ser filósofos, simplemente no debemos olvidar que la vida se compone de muchas cosas y que debemos abrir los ojos y no cerrar nuestra mente a “otras” posibles realidades. Incluso realidades que posiblemente nos duelan en algún momento. Debemos disfrutar de todo y eso implica TODO.

Está bien disfrutar, suspirar e inspirarnos y reflexionar Con Titanic, y el Doctorado, pero también con Benedetti (ojo, no el senador), Mozart y Beethoven y tantos miles de ejemplos inspiradores. Hay posibilidades de alcanzar los sentimientos y pensamientos más sublimes. Mezclémoslos, lo necesitamos…no caigamos, no nos sumerjamos en grupo… en la involución…


Ahí nos leemos…

domingo, 4 de julio de 2010

Grandes Decepciones

I can´t get no satisfaction,
´cause i try and i try and I try
I can´t get no, I can´t get no

Esta canción de los Rolling Stones compuesta por Jagger en su adolescencia y que reflejaba su decepción y frustración del mundo en los sesenta, “(I can´t get no) satisfaction”, me fascina y me da vueltas en la cabeza a cada rato de decepción (Quizás también sea porque es mi melodía de teléfono actual), tanto por su pegajoso ritmo, como por su letra. “No consigo satisfacción, no consigo satisfacción”, dice Jagger. Vaya si es esa una expresión habitual en muchos de nosotros. No me gusta sonar gris, pero es lo que hay, no es mi culpa. Claro que quiero satisfacción, lo intento, lo intento…pero no la consigo.

Acabo de concluir la lectura del más reciente libro “Caída Libre” del Nobel de economía Joseph Stiglitz, libro en el que este economista se despacha contra el establishment económico, sobre todo el norteamericano. Tanto Stiglitz en este libro, como otros tantos economistas, incluso varios de los premios Nobel de los últimos años, han demostrado que los mercados no se auto-regulan y esa sencilla frase encierra el derrumbamiento de la arquitectura económica de los últimos años. Esto casi implica paralelamente un retorno a la economía Keynesiana, la misma que fue tan vilipendiada por muchos…Incluyéndome¡¡¡

En muchas clases esgrimí mi firme convicción respecto a las bondades de la economía de mercado y reconocía que las asimetrías y externalidades, en mi modesta opinión, eran ajenas al modelo económico, que esas asimetrías las imponían artificialmente el hombre y la instituciones, pero que si tal comportamiento no se diera, el mercado sólo funcionaría y lo haría de manera perfecta. Atando esta convicción con mis principios liberales, yo mismo me convencía de la necesidad de un estado mínimo y lo reconozco, muchas veces la simbiosis entre liberalismo económico y liberalismo político y social, me llevó a un estado de fundamentalismo de mercado, ese que se traduce luego en ignorancia. Vaya equivocación…vaya miopía.

Algún amigo, colega o estudiante debió decirme, estás equivocado estúpido. Algo así, fuerte, sencillo, que hubiese sido como una cachetada para despertar. Si la economía es para los seres humanos, cómo entender modelos sin los seres humanos y sus egoísmos, sus ambiciones y en general sin sus imperfecciones¡¡¡? Como diría mi hijo, mucha hueva…

Ya hoy me reconozco keynesiano por convicción (Claro que no sólo por el libro de Stiglitz, no soy tan influenciable con un solo libro). Y qué? Pero cuántos economistas, cuántas universidades y cuántas facultades irán a replantear sus modelos? Esperemos que muchos, debemos tener la gallardía de reconocer el error y enmendarlo.

Ahora bien, no es mi intensión escribir un ensayo sobre economía en esta entrada. Simplemente es un ejemplo de mis grandes decepciones. Una de tantas, pero una muy importante desde el punto de vista académico.

Qué voy a hacer ahora si los nuevos postulados no me ayudan y sigo tarareando “I can´t get no, satisfaction”? Seguiré intentando, seguiré intentando.

Si nos tira a la lona a veces algo académico, qué será de las decepciones en lo personal, como cuando quienes fuimos furibistas en jóvenes por el referendo, terminamos viendo “verde” la realidad del país. O cuando nos enamoramos n-veces y el amor de la vida que creímos encontrar se desvaneció en lo intrascedental…, o cuándo vimos decepción en instituciones religiosas que nos salvarían y a la postre sólo percibimos engaño… Y ni hablar de las decepciones que hemos causado nosotros mismos.

I cant get no, satisfaction
´cause i try, and i try, and i try…

Esperaré que quizás los caminos espirituales me lleven a alcanzarla, y si no, pues ahí quedan los materiales, y si tampoco, ahí quedan miles y miles de libros que por lo menos nos ayudan a no pensar en los Rolling Stones. Y cambio el rintgtone por uno de Lady Gaga. Listo, sencillo. Quizás estoy de buena racha y llego a ser masa, ese tipo de masa que definió tan claramente Ortega y Gasset. “Ser masa consiste en sentirse como todo el mundo, sin por ello sentir angustia”.

Ah, lo olvidaba, aún existe la posibilidad del paraíso… De pronto me apiado, claro que con ríos de miel y leche como los prometidos, me imagino un verano en el paraíso. Cómo olerá uno después de un chapuzón en esos ríos? Pobre San Pedro, y pa rematar con leones como mascotas…Creo que las moscas sí deben llevar su religiosidad con devoción, son definitivamente las que disfrutarán en el paraíso.

Ahí nos leemos…

sábado, 26 de junio de 2010

El mundo al revés

Muchos judíos siempre han hecho referencia a que para entender el mundo en todas sus dimensiones y entender la Intensión de Dios, solamente debe leerse y más que leerse, auscultarse La Torá (Confieso que lo he intentado pero no logro encontrar tal cosa en ese libro sagrado, puede ser que además se requiere mucha fe y ahí sí…). Para mi consuelo, puede existir en cuanto a planos se refiere del mundo, por lo menos no algo similar, pero sí una novela que se aproxima de manera increíble a lo que podríamos llamar el plano del mundo moderno. “1984” de George Orwell es una novela que escrita en 1949, se aproxima y vaticina con una precisión casi quirúrgica al futuro que consideraba el autor sería el que nos esperaba.

1984 resume perfectamente cómo funciona el mundo e inquieta sobremanera en dicha novela (en el mundo moderno) cómo es la lucha entre los “altos” (ricos) y los “medios” (clase media) por el poder y la riqueza y cómo en escasas ocasiones se da un tipo de alternancia por el poder, pasando algunos “medios” a estar con los “altos”. Todo esto conservando siempre una especie de statu quo con los “bajos” (pobres). En dicha novela, sobre la que escribiremos y citaremos mucho en este blog, se aclara cómo funciona cada clase social y muestra cómo nunca ha cambiado esta concepción del mundo (tres clases sociales) y cómo seguirá funcionando sin cambios.

Toda esta reflexión inicial para aterrizar abruptamente a algo que me recordó un poco a los “bajos” esta semana:

Una vez elegido el nuevo presidente de Colombia y analizando las promesas de campaña de Juan Manuel Santos vemos que, en lo que se refiere a educación, son compromisos muy ambiguos los asumidos. Sabemos también (a juzgar por lo que mis ojos juzgaron de lo que mis ojos vieron) que millones de “bajos” votaron por el entonces candidato Santos, contribuyendo de manera determinante con el apabullante triunfo. La pregunta aquí es: Sí saben los “bajos” que la educación es el único medio que puede sacarlos de las trampas de la pobreza y que es lo único que en una o dos generaciones puede borrar ese lastre, por qué aplazan las decisiones?

Tras ocho años de guerra frontal, sigue viva la serpiente de las guerrillas izquierdistas. Si bien se hirió, es cierto; hay que reconocer que tras muchísimos billones de pesos en inversión en guerra no fue posible acabarla. Qué han ganado los “bajos” con esta guerra? Ahora muy posiblemente otros ocho años de Presidencia del Doctor Santos, implicarán también que los mayores presupuestos se dediquen a la misma lucha (Que también pareciera orwelliana en el sentido de que pareciera que no interesa que se acabe) y así las cosas, tendremos 16 años continuos, o 12, según sean los principios democráticos del Doctor Santos, de destinación de recursos importantísimos a la guerra.

Estoy de acuerdo con la lucha contra la guerrilla y los demás grupos armados al margen de la ley, tanto de izquierda como de derecha, pero soy más consciente de que sólo la educación logra cambiar la cultura y a las naciones, y para ello son varias generaciones las necesarias para ver los resultados. Dicho esto, si son varias generaciones, y aplazamos nuevamente 4 u 8 años el inicio de la guerra frontal contra la ignorancia, el analfabetismo y la mala calidad de la educación, entonces cuándo los “bajos” podrán iniciar el cambio que requieren para romper su ciclo interminable?

Voy a ser crudo con el comentario, pero: quiénes necesitan más la educación, son quienes más aplazan la elección de ideas que le den prioridad a la educación como la principal prioridad de inversión estatal, y quienes afortunadamente han tenido acceso a la educación se preocupan más porque sí les den educación a los “bajos”. El mundo al revés?

Como se lo dijo Mefistófeles al Señor en Fausto (Goethe), cuando éste (Dios) le cuestiona por acusar y le dice: "¿nada hay en la tierra que tenga algún valor?" A lo que Mefistófeles (El diablo) responde: " no; como siempre, soy del parecer que en el mundo, Señor, las cosas andan muy mal. Me compadezco de la miserable vida que arrastran los hombres, y hasta valor me falta para atormentar a esa pobre gente".

¿No resulta miserable, o por lo menos mezquino, que los que sufren el statu quo, sean quienes más contribuyen a que continúe? Efectivamente...el diablo no tiene que atormentarnos, solitos lo hacemos.

Ahí nos leemos…

miércoles, 16 de junio de 2010

Renovando metas

“Hay dos tragedias en la vida. Una consiste en no lograr lo que mas se desea. La otra, en lograrlo”. George Bernard Shaw

Al concluir cada semestre en las universidades, o al concluir nuestras carreras y graduarnos, o en las noches de insomnio, o al compartir espacios con amigos de hace tiempo, siempre nos cuestionamos respecto a lo que hemos dejado de lograr y qué cosas son aun sueños por cumplir.

Qué queremos alcanzar en nuestras vidas? Cuàles son nuestras metas? Hacia dònde dirigimos nuestras más fervientes intensiones y enfocamos nuestra más firme determinación?

Recuerdo que cuando iniciaba la carrera de economía, mis amigos más cercanos y yo teníamos como meta trabajar en el Fondo Monetario Internacional (ojo, el FMI entonces aun no había perdido los exámenes de las crisis asiática, rusa, mexicana, brasilera ni la argentina, por lo que seducía la ilusión de trabajar para esa entidad). Esa era la meta. Para esos años concebíamos que si no era el FMI, trabajar para el Citibank también era una meta loable, interesante y retadora . Teníamos el ímpetu de la juventud...nada nos parecía demasiado lejano, nada era imposible de alcanzar.

En la medida en que pasò el tiempo las metas ya reconocidas como demasiado ambiciosas, dieron paso a otras más alcanzables y ya el Banco de la República era la meta. Cuando el Banco parecía demasiado lejano, la ambición dejó de ser ejercer la economía, y ya queríamos simplemente tener unos buenos ingresos. Preferiblemente un trabajo de ejecutivos. Después para algunos, radicarse en España (antes de la actual crisis), para otros Estados Unidos (ídem). Con el tiempo ya no eran sólo puestos lo que queríamos, ya las metas eran carro, casa, matrimonio, hijos...un trabajito estable y conseguir las cosas a un "precio favorable" o incluso metas tan limitadas y cortoplacistas como poder salir el fin de semana. La evanescencia de los sueños dio paso a lo que resultó más práctico, más realizable. Ya reconocimos muchas limitantes y justificamos el no lograr lo que antes nos motivaba.

A pesar de lo ignominioso que resulta, para muchos ya no eran puestos, ni bienes, ni familia, era simplemente felicidad...la más esquiva de las metas para muchos de nosotros. No lo cito con arrogancia, pero ya lo indicó Nietzsche con mucha claridad: la inteligencia es inversamente proporcional a la felicidad...me gustaría que hubiesen caido en mi adolescencia a mis manos, no Unamuno, ni Nietzsche, ni Hesse con su Demián y su Lobo estepario...creo que hubiese sido bueno que publicaciones como Soho...la revista para hombres, alcanzaran el protagonismo literario en esos años. Serian menos exigentes los pensamientos, las reflexiones, las metas...

Cuales son las tragedias? Las que no logramos? Las que logramos? Los libros que cayeron por casualidad a nuestros destinos? Los trabajos alcanzados? Los que no? Los caminos transitados? Los que evitamos?

Pero aún hay tiempo para lograr muchas cosas, todo es alcanzable con determinación y sacrificio. Ahora, cuáles deben ser las metas renovadas?

A respirar hondo y como dicen los que redactan el tarot...velas blancas...muchas velas blancas...

Ahí nos leemos...

viernes, 11 de junio de 2010

La primera vez

"Nunca podemos saber con certeza a quién irán nuestras plegarias, ni de quién recibiremos las respuestas. En el momento en que creamos estar más cerca de Dios, tal vez estemos ayudando al diablo." Soren Kierkegaard.

Este cuestionamiento del filósofo y teólogo Danés, Kierkegaard, resulta muy inquietante viniendo precisamente de un teólogo. Si lo pensamos con profundidad quizás de verdad podamos sentir que se te erizan los pelos de la nuca... Lo hemos pensado? Quién es quién? Cuál es la realidad? Cuándo la conoceremos? Cuáles son nuestros dioses y cuáles los diablos en nuestras vidas? Cuáles los dioses y los diablos en nuestro país? En el mundo? A quién estamos adorando? Quién nos está dando las respuestas?

Inicio el blog tantos años aplazado con esta frase, porque reune de una manera muy gráfica la relatividad de la verdad y de las verdades del mundo posmoderno y liberal. La coyuntura política actual de nuestro país nos sigue llevando al tan temido "pensamiento único", nuestro país gravita sólo respecto a un personaje y una temática desde hace varios años y se torna maniquea toda realidad próxima a nosotros, no existen matices ni tonos distintos, todo es o blanco o negro...

Ah, lo olvidaba, no es tan mediocre ni tan limitada nuestra temática nacional. Un nuevo tema para las próximas semanas...el mundial de futbol. Bueno, no es tan monotemática nuestra realidad...


Ahí nos leemos...